CIERVO
El ciervo es una especie muy abundante en la Sierra de Andújar, también gamos y muflones se pueden ver con facilidad.
Las fincas ganaderas y cinegéticas tienen algo en común: se trata de encinares adehesados, aclarados. Las distinguirás fácilmente porque las ganaderas suelen presentar poco sotobosque, y mucho pasto, mientras que las cinegéticas tienen una densa cubierta de matorral, que sirve de refugio a ciervos y gamos.
A partir de los años 50 del pasado siglo, la caza se convirtió en el aprovechamiento más importante en los montes del parque. Debido a ello, se favoreció la presencia de especies de interés cinegético, como el ciervo (Cervus elaphus).
Su único depredador en el parque es el lobo y, como su población es muy escasa, la única regulación de la población de ciervos es la que se efectúa mediante la caza. Hoy en día los ciervos resultan muy abundantes en todo este territorio, lo que unido a su gran tamaño (los machos adultos pueden pesar entre 130 y 140 kilos), hace que sean muy fáciles de ver por los visitantes. Sobre todo, en la época de la berrea , momento en que ambos sexos permanecen juntos, y tras la época de celo, cuando son frecuentes los rebaños separados de machos, por un lado, y de hembras con sus crías, por otro.
Contenidos
Cervatillos
Donde puedo ver ciervos
Un buen lugar para observar son las dehesas de encinas con pastos y matorrales. Allí encuentra abundante alimento (hojas y brotes de plantas leñosas, herbáceas y algunos frutos, como las bellotas) y refugio frente a ocasionales depredadores.
Fotografía Jésus López M. Fotografía Jésus López M. Fotografía Jésus López M.
Cuernas
Elemento característico de esta especie son las cuernas, presentes solo en los machos, conocidas por los cazadores como trofeos. Su tamaño determina el valor de la pieza. No son permanentes, sino que caen cada año para volver a desarrollarse con mayor longitud, grosor y número de puntas (pese a la creencia popular, el número de puntas no guarda relación directa con la edad del individuo).
Cuando se caen las cuernas de los ciervos
Otro hecho curioso de este animal y que es bastante desconocido es el fenómeno del desmogue, o lo que es lo mismo, la caída de las cuernas en primavera.
Las astas o cuernas de los machos no son permanentes, sino que merced a una serie de procesos y cambios hormonales, caen en primavera sobre el mes de marzo y la caída de las cuernas no se producen a la misma vez, suele caerse una cuerna y a las horas o días la siguiente, por esta razón es muy difícil encontrar dos cuernas del mismo ciervo cuando se caen.
Al poco comenzará a crecer la nueva cuerna con el consiguiente esfuerzo fisiológico para el animal que durante los cuatro o cinco meses de crecimiento y formación.
Vuelven a desarrollarse cada año a partir de su caída sobre el mes de abril.
Su primeras cuernas empieza a desarrollarse a los ocho meses de edad, y a los dos años ya se han formado dos varas, motivo por el cual estos individuos son conocidos como baretos. En ese momento, la cuerna empieza a ramificarse y los ejemplares se llaman horquillones. Y a partir de los tres años, la cuerna empieza a adquirir diferentes puntas.
El crecimiento de las cuernas producen en el ciervo un alto gasto de energía y minerales que consumen en su desarrollo anual. En esta época el ciervo debe comer mas por el consumo de energía que supone el crecimiento de las cuernas, produciéndose sobre todo un alto gasto de calcio por la formación de las cuernas.
Mientras las cuernas crecen se encuentran recubiertas de una capa aterciopelada denominada “borra” que rozará el ciervo contra ramas y troncos para librarse de ella dejando las señales conocidas como “escoda”.
Tamaño de las cuernas
La caída de las cuernas es cíclico (estacional) y bajo condiciones normales, cada año se tiende a producir un crecimiento en longitud, grosor y número de puntas de la cuerna cada vez mayor.
Existe una falsa creencia que hace coincidir el número de puntas de las cuernas con los años del ejemplar de ciervo. En realidad el tamaño de las cuernas no depende exclusivamente de la edad sino de otros factores como la herencia genética, la alimentación, el estado de salud o vigor del animal. Lógicamente cuanto mayor sea el tamaño de la cuernas mayor será la edad.
En todas las variables se observa un incremento medio anual. Entre ellas destaca el incremento del perímetro de la roseta y de las longitudes máximas y de la luchadera. El resultado final es un incremento en el peso de la cuerna a medida que el ejemplar envejece. El número de puntas también se incrementa de año a año, sin embargo, aunque se produce mayor número de puntas cada vez, éstas no tienen una relación directa y fiable con la edad.
Hay al menos dos factores diferentes que la afectan en gran medida al tamaño y al número de puntas, el primero es la disponibilidad de alimento y el segundo es el componente genético que conforman el potencial de crecimiento y conformación de una cuerna.
LA BERREA
Con las primeras aguas de septiembre, los claros del monte y las dehesas se llenan con un sonido característico. Comienza la berrea y los machos de ciervo elevan sus testas coronadas bramando.
Parece que el detonante es el olor de la orina. Pronto empezarán las peleas de machos por hacerse con un harén de hembras a quien transmitir sus genes para generaciones venideras.
En este importante periodo, el ciervo apenas si se alimenta por lo que puede perder muchos kilos, entregándose a duros y exhaustos combates con otros machos. Los bramidos darán paso al entrechocar violento de las cuernas.
En estas peleas suelen haber pocas heridas, limitándose tan solo a empujar y hacer alarde de su fuerza. Solo en muy raras ocasiones los contrincantes mueren al quedar engarzados por los cuernos y no poder alimentarse.
Las hembras, por su parte, junto con los ejemplares más jóvenes de otros años, se organizan en rebaños que pueden ir desde 3 ó 4 ejemplares a más de 25, dirigidos por una hembra con experiencia (matriarca), que conduce a la cabeza el grupo y mantiene una rígida jerarquía. Estos rebaños de hembras poseen un territorio de verano y otro de invierno y ambos son defendidos de la intrusión de otros grupos.
Normalmente en invierno buscan zonas boscosas y recónditas, las mismas en las que en primavera dan a luz y en verano y otoño aparecen en los claros y pastos abiertos dejándose ver más a menudo.
En época de celo este rebaño pasa a ser dirigido por el macho dominante, que no cesa de escarbar y orinar en la tierra revolcándose posteriormente en este barro para delimitar su territorio. Cuando finalizan los combates, los machos vencedores cubrirán a las hembras de su harén. Pasados ocho meses, en primavera, la cierva dará a luz a una sola cría (cervato o cervatillo), que mamará durante unos cuatro meses y permanecerá junto a su madre hasta el siguiente parto.
Cuando es la berrea del ciervo en Sierra de Andújar
La berrea en la Sierra de Andújar es desde finales de agosto hasta finales de septiembre aunque no es rara su prolongación al mes de octubre. El manejo humano, translaciones, re-introducciones, alimentación complementaria, caza, etc, en ocasiones pueden alterar los ciclos naturales. En este sentido, es cada vez más frecuente encontrar poblaciones con períodos de celo más largos de lo habitual.
Los ciervos son polígamos (un macho con varias hembras), lo que facilita un tipo de selección sexual en la que los que más intercambian los gametos y realmente contribuyen a la reproducción son los machos adultos mejor constituidos. Un solo macho puede fecundar varias hembras en un mismo ciclo reproductivo.
La especie tiene un período de celo muy marcado y característico que se conoce con el nombre de berrea y que consiste en la defensa del harén o del territorio por parte de los machos que intervienen en la reproducción mediante fuertes bramidos y luchas rituales contra otros machos que quieren acceder a las hembras. Es la estación del año de mayor gasto energético para los venados.
El celo tiene una duración de tres o cuatro semanas y se adapta cronológicamente para hacer coincidir el parto con la mejor época del año.
Fotos berrea
Diferencias entre ciervos y ciervas
El ciervo tiene un gran dimorfismo sexual. Este dimorfismo sexual es sobre todo en dos características: el peso y la presencia de cuernas. 2
Los machos presentan cuernas y son mucho más pesados que las hembras. 2
Esta especie se caracteriza por tener un comportamiento gregario. Su actividad es predominantemente al amanecer y anochecer, teniendo mas actividad nocturna que diurna). 2
Los ciervos de ambos sexos viven en grupos separados durante casi todo el año, excepto durante la época de reproducción y separándose los machos y las hembras con su descendencia durante el resto del año. El tamaño de los grupos tiende a ser mayor de otoño a primavera y menor en verano.
Los grupos de hembras están normalmente compuestos por 6-12 individuos, formados por asociación de unidades familiares que están constituidas por la cierva, la cría del año y la del año anterior. 2
Las crías macho abandonan el grupo familiar cuando tienen 2-3 años de edad, formando grupos separados. 2
Muflones
La duración media de la gestación en la muflona es de 155 días.
Tamaño
El muflón es uno de los ovinos silvestres más pequeños del mundo , suelen medir en alzada a la cruz entre 65-75 cm en las hembras y 70-80 cm en los machos. Las hembras pesan entre 25-35 kg y los machos entre 35-55 kg. La longitud total de cabeza y tronco es de 120-140 cm. Las extremidades son largas y delgadas y acaban en unas pequeñas pezuñas. Tienen una cola de unos 6 cm. 2
Cuernos
En los machos tienen cuernos en espiral, de gran tamaño hasta 90 cm de longitud y 4,5-6 kg de peso. Las hembras carecen de cuernos. 2
Pelo y piel
Los muflones tiene una mancha blanca facial, cuanto mayor edad es el muflón mas larga es esta mancha alrededor de la región nasal.
El color, longitud y espesor del pelaje viene determinado por la época del año, siendo más oscuro y de mayor longitud y densidad en invierno. El color en las hembras es más claro. En los machos, aparece una mancha blanca a cada lado del dorso, denominada «silla», de forma y dimensión variable, que está ausente en el caso de las hembras. La región del vientre, de color blanco, está delimitada de la región dorsal por una línea negra en la zona abdominal. Las regiones perineal, mandibular y facial, así como la cara interna de las extremidades, son de color blanco. 2
Cabras montesas
Fuentes:
Publicaciones Junta de Andalucía
2. J. Santiago Moreno, A. Gómez Brunet, A. Toledano Díaz, M. A. Coloma, A. López-Sebastián
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